Era necesario un paranoico, uno.
Yo gané esta carrera que entra para excavar, y miedo. El miedo y deseo.

Yo no toco el otoño súbito y más débil al lujo que él, que llora a dos: las audiciones o el permiso si, indio a quien yo soy, a la máscara de hecho de los reproches a él con un golpe de mano a, al anillo de basura que yo no aumento, con. Su idioma limitado, el limitado habla. Yo no canto dos veces, a lo que incluye, éste lee a él cómo firme esto, lo bajo que yo, a los ingresos de atrás, de la parte escribí; franco y sorete con el asombro la fuerza contra él, sí, apabullante; no ve, que yo me toqué por aparecer en Sus ojos cual el más desconocido del resultado en la trucha, la trucha para saber que ya: ¿qué manera era conocida?

No entendió, serio; sólo supo.

¡Porque yo fui con un idiota, cuando los ellos tenían la gracia de mi ciudad bajo las manos! Porque me fascinó, honorable este ego, ¿o yo tenía en la vida, que yo quise tener? Porque es de los más pequeños, como ese que me ha rodeado cauto. Él está en Su alucinación, video de alerta él se vuelve yo, engañó esto, como falso le gusta a un hombre un eje que se difiere para alucinar mientras estaba humillando, era para que el cuaderno del cantante musical de Rivadavia que maldijo obvio y bellaco que nada, que último es, en esta ciudad algo que da nunca o siempre al mismo de la materia en los ojos del odio y si uno no puede ver la vida que es necesario decir; serio, cuando yo engañé a los traidores para él sin la corona, la absurdidad de traición alrededor de mí, el positivista de los niños del crecer, del onanismo, para no fortalecer llores de que me gusta también el doble y la piedad que tiene el constructivista coprófago para sí, porque yo no tengo la misericordia en general, y particularmente también, alfombrar algún cuete, que abren brecha; había cuarto para ser el solo; leyeron al solo, eso escribe. Me gustó traer a tomar su candidez de las muchas espinas eléctricas. La candidez cauta en general. Él no lo cree, que yo aprendí como las gracias que es a las vidas, si la única materia que me conoció, eso era bastante el sin sentido, que yo lo inventé: no es tan inteligente; está seguro, que vos menor por consiguiente eras el gran pelotudo de aquéllos, que me rodeó, yo tomado en el problema para enseñar el más peor de él, el mejor, para comparar en él con el más peor en mí. Mierda, como algo la asustó, y no entendió, para las dudas, que es más consuelo para estar en el lado del rencoroso que hay allí completamente lugar en. Es, que está lleno con la Idea, por consiguiente pensó el opuesto. No se escribirían sus cartas que son la histeria al…; experimentó y los hicieron lo que ellos dirán, la asustaron más personalmente. De alguien que un idioma individual habla uno no puede esperar por el contrato, esto piensa el tonto y escribiendo de otro, también, o una palabra de sólo trabajos, vos. Yo no aprendí como gracias que son a las vidas, yo no aprendí de hecho; excepto un mí que está en seguro: yo te debo dos pesos. O las gracias. Siempre de eso que. Yo responsable al azar de él, uno quien él alquila: más a todos esta manera.




Carta para ningunear a un don nadie