La música que pasa a mis dedos es el solo que yo quiero escuchar, y no el idiota matemático de los inteligentes, numérico para los oídos, soñemos que quiso no decirte. Es abundante con un horror confidencial: el asno y de otro, o la belleza plaga los trabajos del papel, se alcanza, y agradece de los labios gordos al odio mutuo de dos, de dos compañeros, de la misma materia, distinguiendo y anhelando. Los dedos, los labios gordos, la representación en el cargo de la compañía para comprometer no por consiguiente el suicidio, que asume, y que cerró con llave ya que consigue los cierres del destinatario en el cuerpo de niño; pero era el cuerpo hermano con los goces a la menta en él, homosexual. Desviaciones filosóficas que son para decir, no obstante legiblemente, del periodismo del confidente. Un hombre a menos, que la mujer se puso infinita.
La filosofía que gana la ciudad… algo se parece más a nosotros que un burgués temeroso que asusta. Refinan anómalamente de la filosofía soportable los informadores de la impostura que tituló de un naturalismo cínico y o plebeyo, auténticamente. Y yo que di lo que yo no constituyo, eso, lo que yo digo. El hijo, el de un asno que es comido por uno para el higo comido, que termina a otro hijo. En mi casa, yo soy arrendatario, incluso… de mis arrendatarios. Oh las urgencias, no hacer imperioso… En un mundo, como el este, ningún más está, dónde escapar es, yo permanezco, por la razón a alguien, de robar las capitales o engañar al estado para matar. La mano permitió: los delincuentes al éxito. Oh los imbéciles. Oh los amigos. ¡El amante ah, hermanos!
Oh.
¡Permítannos progresar!
Quizá yo le doy piedad y miedo y envidia ¡Oh el hermano! ¿Ve cuánto yo doy? ¿Ve cómo yo soy generosamente? Yo me vuelvo lo que yo leí, pero yo difiero. Yo esto era, y yo normalmente soy. Todos y ninguno. Más idiotamente este mundo: … yo no soy. Y de su vulva, yo soy un exceso. De la fama.
Tomémonos todas las manos. Es necesario para la alteración al mundo. No sólo del pan la vida da hambre de nadie, de metafísicas el hombre. No sólo del de las metafísicas ni no, vive al filósofo del hombre el hombre. En un lugar del nombre, la mancha, no quiera recordar. Si para terminar el enojo, si para terminar el enojo airea, si el César oh delincuentes… ¿La respuesta es y? Y. La abreviación ocupada. Las ideas en él tiran esto, yo las cruces fuera. ¡Faltar se tuerce! La carta mata o invade el bosque barbecho, barbecho. La idea del fin, en: Yo me cago, yo muestro, para un diablo del pensamiento. Para un pensamiento del repulsivo, el genio, el genio está reducido. Respiren; de momento.
La filosofía y levantamientos. La filosofía para éste uno sube. Las paredes oyen, pero ¿Yo no oigo?, yo no oigo… ¿Yo podría repetir la pregunta? Fue dicho, sí, que había unas erratas insufribles, por lo menos para el goce de otros tiempos que el insignificante excluyó, y orinó uno a través de los cínicos… ¡Yo le vi desnudar en el estaño! ¡Yo le vi desnudar! en el estaño: a. Yo le vi desnudar en latín. Para comprarle una cama roja dónde me repara. De simular, para simular con los dedos. ¿Y otro tiempo, él ve?... hace suicidio comprometido de la compañía al uno a través de la plétora, que él acornee para los poros, hable. Para los poros de…Pobre: no puede confiar en nadie; ¿qué ellos parecen para qué? El Urgente, para ser, o la persona original, se crearía… para escribir para que, para el no naciente que lea para escribir, o detiene un dios quien ellos son, las mismas palabras.
De la colonia, la comunicación que lo rasca al mundo con él llegó un día, rasca al mundo con él, una comunicación llevó a él; pero que llegó allí, dónde. Pero algo tenía que dar él y unido ningún dinero. Aunque empezó a resolver todo. [Sin éxito, ellos bendijeron.] Magnetizadores en el anillo, puñetes y… mi collage totalitario ya es diestro, soñaron, que dijo el mientras. A la madre nativa, para volver, y es, como devolver a la madre nativa o la madre, patria; que puebla por consiguiente al valle de su pezón, yo, al mar. La boca colorada por el pez, o las moscas de los fines. El pez se muere de cerrar la boca para que las moscas no entren. ¿Incluso el loteo? Un solo túnel era en todo caso allí, la mirada desesperada.
Viendo detrás de un ojo del buey al que se escofinó, automático, del mirón, ayer el muchacho del taxi, o lógicamente con risa del engaño, (ninguno) da diferente, los potros: mis mordeduras del pene. Muerde, muerde el polvo… Evacuando, de lo mío, antes de romper él la aprobación de la ruptura de aprobación tenida: la alianza de los intercambios de los oros para la advertencia. No sólo del pan, también de mirada desesperó a través de las desesperaciones obvias, para el artificiar expresado inhalado para los agujeros. Que, que, que es mi ocupación. Para ser el prontuario perdido. Ferro, yo soy de h.
Bien, si el corte, si se tuerce, la alfombra, faltar, volado marcan con hierro el pie, religiosamente y mentir la venda deba sobre el asimiento en las manos de tomas de. En los pies narra nada. En una pala. ¿La vida me sigue?
¿Un rozamiento en el Ártico y es secamente eso? ¿No?, no querrá él que el lector frío, ser chupado, el parla-no. No, la vida es él, invasiva, hermana a, pero no me sigue. Sólo pone lejos. Perla, el lector. Perla que encontró en uno cóncavo.… Que ellos oyeron, estampe que él teclea, de uno. ¿Quién yo? TERMINA Y
… borde de la gramática y bajo la bendición extensa del imperio en el imperceptible de la parodia, justeza de una destreza obvia que parece en él abusivamente un origen, acusar, de estilos o en secreto, esperpénticos y legionarios y suyo. Una suerte de idiota del estilismo, mantenido en un ingreso privado, en este sentido: una carta mala para un pensamiento débil. La rosa no se destruyó en la manera de los embaladores horribles. Más matemáticamente interjectiva donaron de la vulva de un Don Nadie. El sordomudo en chino. ¡Viva la misma materia! Y… el idiota, puede llevar, ni contra, ya algo. El de los dineros en un coño sin la estampa, la edad en que las jactancias del mono aplauden rezos vivos. ¿Mi amor mi reino gigantesco y mi dolor deseado donde los puntos serán? se pregunta la elegía. El total gracias a vos. Oh, nosotros éramos tan imprácticos, nosotros con todos los hoyos, y en las tardes que sólo un cordobés colgó, en las patas se inserta, era, el culorrotito empobrecido camuflado es de mí de él aquí o invirtió la máscara. ¡El cadáver exquisito nunca no beberá el nuevo vino en dos! Los bueyes perdieron en ángeles que pasan y aquí este N.N. explotó de ridículo y sublimidad, peinó penes y necesidades en francés, pero vio desnudar en latín. Bellamente como un buey un ángel y una presión; el plebeyo. Y las manadas tipo de jaula, la pared y la cavidad, digan. Algo de esto él aísla y lo rodea.
El celoso y los habladores tripulan, mientras limitando da el área con los No. El órgano sin los cuerpos, nos permitió dijo, el texto penetra en la vida. No escribas allí en el cuerpo sin los órganos que la carta es el órgano sin los cuerpos o las instituciones en las anécdotas… Enmadejados del mujereo delictivo y yo me encuentro del sexo. El sexo no fluye preguntó: no el sexo humano. El sexo no, mano. El mínimo, o dobló la orgía. La orgía mínima al sueldo y ríos de la comunicación y de memoria todos. La orgía para doblar no el sexo humano; pero con la esposa de las otras, ignición dijo uno en un aire ficticio que tejió el paso, del "autor", una persona grande que quiere ahorrar al mundo.
Quiso uno - todos - de la violación, el estado, pero del lugar, con el anarco policíaco. Y está extrañando de la ciudad, suciamente allí, de aquí. La ciudad que es pasto de los chistes y es la crueldad del charco, que no cruza. En eso, lo que piensa, forzar. Para pensar a través de. Porque para pensar a través de. Las cartas y los dedos. Escribir en el arte del cuerpo un evento, una actuación, una instalación…Esto no, ya se pone como conocido, que dice es todos, aquéllos, ese amor yo, yo tomo la ventaja, porque envía a aquéllos que me conocen en absoluto a un saludo y a todos que, esa mirada a mí, el impostado, al convertir la posteridad. No. Y yo más o menos el secreto, para cambiarlo sólo en él. En esto tan exclusivo, tan complejo, tan tonto. ¿Que esto es bueno! ¡Si un apuntador del apéndice tomara!... pero se perderán en la eficacia inmediata. Así inmediato, pero menos inmediato que esto. Y que esto viene con la acción. Sí. Es un dolor. Deber simplemente, según las cartas de mis dedos, la música que pasa.





[la música que pasa]