Nos permiten también regresar al prójimo indivisos, renovaron cualquier cosa sumamente quizá, que yo insisto, yo repito, renovaron cualquier cosa sumamente quizá. El exceso de todos, sume en la escasez. En la escasez total. En el desierto lleno. En el central del desierto lo tiene un tiempo bueno. Lo tiene que en un tiempo bueno empezaron a fabricar las estrellas donde se coloró al psiquiatra. Nosotros estamos en la longitud, es el tiempo. Otra carta más esculpieron en la carne, fuerte. Otro más. Despacio, la cosa rápida, entiende. La cosa intolerable es irrevocable como la soledad de palabra. De él que una palabra penal, merece la pena si está en el silencio, artero y estúpido como siempre fue el silencio, se dice; para verificar va a quemar en la palabra y sin ser capaz unas posiciones individuales fuera de. Yo pregunto que el perdón siempre repite las mismas palabras ¿A este desierto del también llamado? Yo le pido el perdón, nadie. Pero si yo no hago aparecen ustedes mismos para incomodarme y yo no puedo escribir. Los primeros luchadores desfilaron con las faldas cortas rojas. Del trasero ido se bifurca el palo del comandante. Un estilo sin escribir cuando el otro no exista comunicamos todos al feliz. Yo sé que yo digo obviedades y que dedujo el mundo malo y adora ¿qué había quemado de eso más? ¿Ellos no quisieron no ver un espectáculo? Ellos no pueden entender que la vida o paco, opaca o que la escritura procrea la escritura o los riñones bajan algún cielo. Yo quise siempre ser matemático. Pero yo sólo podría agregar con los dedos que la oveja come anteriormente a la loba, el alimento de la obviedad. ¿Escribe para mirarlo entonces? Demasiado también es obvio el desierto. Ellos no me sienten a Ellos, ellos ellos me miran. Pequeño ser, mi hija. Trabajar, olvidarse. Para darme; para dar los Regalos, estaba claro. Yo nunca entendí como, las razones, sus obviedades, estaban al claro, y yo - distraído dicho - y la mujer que perdona el demasiado que fabricaron estos monstruos de esta real, y dad. Lo que separa es un parase, permitir la salida. Un programa escolar y no es necesario no ser un genio. Para capturar a él en él ellos y el mismo o lo que separa une. Que detiene que yo soy un para ir lejos y yo no puedo perdonarme mi lujo, el error haber dado la ventaja a él va en busca de la tortuga. Para pensar un nombre, el perronismo. Hay algunos cuerpos para entrar en la colisión. Entre la colisión en los cuerpos; pensaron un nombre. Y como el paseo negro yo era como siempre rubio. Las bestias grandes obligan a refugiarse en un árbol claro y una idea para modelar la masa a mazazos. En la cueva un cine silencioso. La ciencia en la cueva. Nosotros fuimos a cazar a algunas mujeres con las palabras precisas lejos y nosotros nos devolvimos niños del para ser. La mentira rancia era demasiada, que a la verdad le gusta ser nosotros de alguna utilidad. Sin él la lágrima del espejo se construye con la masa en la mano. Querer, es, no extrañando, para ser negro en. Magulle con el negro, sacuda con el negro. Dice la línea de un hospital a un rubio, de repente. Píldoras que requieren entre aquéllos sin el dios. Yo tomo la libertad para ser obvio en esta carta. La música popular en los hospitales y aquéllos sin el dios, los indios. Eso. Y el cuidado y la ficción, el fármaco, la compasión, de la medicina determinada monstruosamente. Nosotros el otro del otro como un parásito de verdad de la declaración. Yo continúo intentando verificar mi vida para ser tatuado de los números de los cortes de las sangres que coagula y destiñe para sólo permitir un poco de incisiones para el paréntesis de otra risa. Y apóstata apuesto que es y nosotros nos sentamos allí en la pantalla, poblado del pensamiento del circo serio del fuerte. El horror con la ayuda de chistes. Para destruir la más posible cosa los cortes a ser tatuados en la distancia. De verdad, como un parásito leyeron al contrario las declaraciones. De hecho, quisieron ser lo que nosotros llamamos el distrito de una mujer de ciencia, en una moda varonil y al contrario. Si yo no hubiera hecho nada, yo que yo sé, que yo estoy justificado que yo inhalé todo a todos. El lujo de mi cárcel odió que yo insisto siempre a la de existir. Yo insisto. Con olvidarse, yo repito, al libertino del encierro que no puede perdonarse, lo tiraron prematuramente, lo encantaron de su resurrección de incontenida y vivífica invisibilidad a la mano – imbecibilidad -, y para deducir, escapó lejos; en cuanto a nosotros dar la respuesta: pueden perdonarlo: lo que no se puede es responder un algo más: es que se olvida a ellos, cuando ellos se olvidaron al libertino; el lujo de su cárcel. Cuando yo llamo no desaparezcas. Yo nunca comprometí un error. Yo lo haré para lo que yo no nazco, y será como si. Yo nunca impuse mi servidumbre; en él, yo, está seguro yo extrañé. Yo intereso, el mando consiste, adelante ver la desobediencia. Decir, la ociosidad. En algún lance. Yo no lo haré. Para él eso. Y será como. Como sí. No. El único narrable en alguien del cuerpo la confianza de la ociosidad tendrá.






[del prójimo desmedido inseparable]